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Con gran alegría les queremos contar que con mucho éxito se realizó nuestra Experiencia Nativa de Otoño 2018 donde viajamos junto a 21 personas (entre los 17 y 39 años) al Parque Escuela Kaikén en la región de Aysén y ser parte de nuestro programa educativo que busca regenerar la naturaleza humana y territorial a través de experiencias significativas. Ya con esto sumamos nuestra séptima experiencia en donde más de 150 personas ya han sido parte de las actividades de Fundación Nativos.

El programa consistió en un viaje de 8 días en donde subsistimos, habitamos y existimos inmersos en los bosques de lengas, montañas, valles, lagos y ríos de esta maravillosa reserva natural en la Patagonia. Principalmente las actividades buscan formar agentes de cambio de diferentes grupos sociales que promuevan actos de regeneración que se contraponen a la mecanización y exigencia que la sociedad moderna ha construido. Así, cada uno y trabajando en grupo se fueron haciendo cargo de cocinar su propio pan, conseguir la leña y encender el fuego, faenar nuestra carne junto a los maestros gauchos, lanzar con tarro y pescar la cena, caminar en silencio por los bosques para conectar con nuestras raíces, improvisar música junto a las fogatas, explorar el otoño y ser parte del cambio de follaje, sorprendernos del reino fungi que emerge durante estos tiempos, conversar con las aves que acompañaban la marcha, conocer la historia geográfica y cultural del territorio y volver a insertarnos en el orden natural de las cosas.

“Al enfrentarse a los árboles, a las montañas, a los ríos, al viento, a la necesidad de hacer fuego, de comer, ahí son todos iguales”. Gastón Soublette.

Una de las cosas más novedosas, y a la vez reveladoras, que usamos en nuestras experiencias es el poder de la poesía y el arte como herramienta para liberar las mentes de los participantes y darle sentido a cada momento vivido.

Autores como Pablo Neruda, Gabriela Mistral, Nicanor Parra, Rainer Maria Rilke y Jorge Teillier fueron los protagonistas del poemario que nos acompañó en cada momento y que liberaba emotivos y poderosos versos a lo largo del todo el viaje. Así lo hicieron también textos sobre cosmovisión Mapuche y sabiduría de la naturaleza de Ziley Mora y Gastón Soublette.

“Leer juntos un poema en el corazón del bosque es tocar de nuevo las raíces de nuestro ser”. Cristián Warnken.

Con la ayuda de esto, fuimos trabajando en nuevas formas de expresión para sacar a flote las emociones escribiendo poesía, creando cuadros con técnicas de pintado con tinta china, diseñando “mapas de emociones” para resignificar la geografía del territorio y la creación de nuevos espacios para habitar el bosque inspirados en el “Land Art” en donde materiales naturales como hojas caídas, ramas, piedras y tierra le dieron forma a nuestro mandala gigante.

 

Uno de los factores más destacables detrás del éxito de esta experiencia fue la participación de personas provenientes de diferentes realidades sociales y de un rango etario que iba desde los 17 a los 39 años de edad. El grupo estaba compuesto por estudiantes de enseñanza media y universitarios, profesionales en áreas de la ingeniería, educación, diseño y medioambiente e incluso un inmigrante haitiano invitado por la fundación. Junto a ellos un equipo de voluntarios y monitores expertos en temas de logística, geografía, literatura y fotografía, todos dispuestos enseñar, guiar y a abrirse para sintonizar con la actividad.

Así concluimos nuestra segunda experiencia del 2018 y nos preparamos para la próxima actividad a realizarse durante el mes de julio, diseñada para explorar, aprender y descubrir la sabiduría invernal que esconde este territorio.

La información sobre postulaciones muy pronto estará disponible en nuestro sitio web www.fundacionnativos.cl y los dejamos invitados estar conectados a través de nuestro Instagram y Facebook @fundacionativos o escribiéndonos a experiencias@fundacionnativos.cl