Solo bastó con poner la palabra Mapu Lahual en google para que empezara la aventura. Es que para quienes somos amantes de la naturaleza, del trekking, la vida al aire libre y la desconexión este parque nacional es el lugar perfecto.
Comenzamos la aventura contactando a David, un guía local, quien con mucha preocupación nos ayudó a coordinar la lancha para llegar a Caleta Cóndor, una playa de arena blanca y mar transparente en la mitad de este parque.
Para ponerlos en contexto, Mapu Lahual es un parque nacional de tierra indígena. Es un territorio huillinche en la costa de Osorno, de muy difícil acceso. Rodeado de un increíble bosque valdiviano con una extensión de más de 500 mil hectáreas, que cubren los acantilados y llega hasta increíbles playas de arena blanca. A Caleta Cóndor sólo es posible llegar por mar (lancha de aproximadamente 2 horas) o caminando en un trekking de dos días. Si prefieres irte en lancha ésta la puedes tomar desde Bahía Mansa (103 km aprox de Osorno hacia la costa).
Nosotros decidimos esta opción para meternos en el parque y luego ahí dentro descubrir qué trekking o actividades podíamos hacer.
Tomamos la lancha y nuestros ojos no lograban despegarse del paisaje que comenzábamos a observar. Mirando desde el mar hacia la costa, sólo se aproximaban enormes montes de bosque nativo. Te adentras en un mar rudo, donde las olas toman su protagonismo y la lancha se movía de una lado a otro, mojándose con cada choque de olas. Yo asustada sólo miraba a los tripulantes, quienes con una bella sonrisa responden “el mar está bueno, nosotros estamos acostumbrados”.
Luego de dos horas de navegación, llegamos a Caleta Cóndor, lugar en el que habíamos logrado plasmar casi todas nuestras expectativas de Mapu Lahual que habíamos logrado recopilar a través de fotos y algunas búsquedas ligeras de google. Demás está decir que no hay nada que le haga justicia. Siempre me he imagino el paraíso como aquel lugar donde hay un bosque nativo prístino, con una playa de arena blanca y mar azul turquesa, con un río de agua dulce que desemboca al mar. Pues llegas a esta caleta y todo es tal cual, incluyendo la calma, la simpatía de su gente y los animales pastoreando.
Para quienes buscan llegar a Mapu Lahual en búsqueda de calma y relajo, Caleta Cóndor es una increíble opción, con posibilidad de arriendo de cabañas, alojamiento en casas de nativos y camping. Para quienes están en búsqueda de aventuras, existe la posibilidad de llegar prácticamente a todos los lugares caminando. Algunos tramos son necesarios hacerlos con guías nativos y otros puedes hacerlos siguiendo senderos previamente estudiados (existen diferentes senderos por lo que es importante siempre estudiar previamente si es necesario tomar “derecha” o “izquierda” desde las bifurcaciones). Como comenté anteriormente, nosotros llegamos a través de un bote que nos dejó en Caleta Cóndor, pero es posible llegar a este lugar en un trekking de dos días, ya sea desde Maicolpué (norte) o Manquemapu (sur). La verdad, una vez que estuvimos ahí nos dimos cuenta que habría sido mejor caminar, sin embargo teníamos poco tiempo y el plan de estar en Caleta Cóndor y disfrutar también de su encanto era parte del viaje. Además, desde ahí, también puedes tomar la ruta de vuelta hacia cualquiera de esto lugares (ya sea llegar en bote y volver caminando o viceversa). Un imperdible que puedes hacer por el día desde Caleta Cóndor es hacer trekking por el día a el mirador.
También es posible realizar buceo, cabalgatas, kayak (muy recomendado, nosotros subimos por el río en kayak y es realmente hermoso y perfecto para disfrutar al aire libre, además de que encontrarás muchas playas de arena blanca y sin ninguna huella), caminatas, cascadas, pesca, y otras actividades. También desde ahí tienes las posibilidad de llegar a Maicolpué, Caleta Huellelhue o Manquemapu, todas pequeñas caletas pesqueras. Nosotros decidimos ir rumbo a Caleta Huellelhue.
Caleta Cóndor – Huellelhue – Caleta Cóndor
Para realizar este trekking nos equipamos en Limite Sur de todo lo necesario para dos días de caminata, incluyendo comida.
Escogimos productos libre de plástico para que el impacto en el lugar que visitaríamos fuera lo menor posible. Porque para nosotros como visitantes es fundamental respetar la naturaleza y dejar la menor huella posible en entornos naturales tan únicos. Especialmente de lo plástico, ya que todos sabemos lo dañino que es en entornos naturales y el impacto que está causando en nuestros ríos, mares y lagos.
Desde Caleta Cóndor a Playa Ranu hay aproximadamente 4 horas de caminata, donde es importante llevar mucha agua pues no encontrarás donde llenar tus botellas hasta casi llegando a la playa. Por suerte nosotros siempre andamos con nuestras Klean Kanteen, en este caso ocupamos las Klean Kanteen Insulated que nos permiten cargar nuestra propia agua, mantenerla fría y colgarla de nuestras mochilas para tenerlas siempre a mano. Además al esconderse el sol nos mantuvieron el té o el café calientito
Es un sendero espectacular y perfecto para caminar con calma. Comienza subiendo alrededor de 1 hora y de a poco te vas internando en un tupido bosque. Durante la trayectoria, hay 3 miradores para descansar y apreciar nuestro océano pacífico.
Mientras caminamos de ida, nunca nos cruzamos con algún otro caminante, lo que hizo del paseo algo mucho más atractivo y donde pudimos disfrutar del entorno natural y del aire libre. Estás sólo tu y la poderosa naturaleza rodeándote en 360 grados, durante todo el trayecto mires donde mires estás rodeado de ella. Una de las otras maravillas únicas de este paseo, es que durante gran parte del trayecto se escucha el sonido de las olas reventando contra las grandes paredes de rocas, paredes por las cuales tu vas caminando…. Algo que nosotros nunca habíamos tenido la suerte de vivir.
Pues como creo que quienes leen esto estarán fascinados con hacer esta aventura, no seguiré contando detalles, pues creo que lo mejor es vivirlo sin tanta expectativa y dejar que todo fluya en el camino de descubrimiento del parque.
Les aconsejo dormir por lo menos una noche en Ranu. Esta increíble playa está completamente vacía. Son aproximadamente 2 kilómetros de arena blanca y mar revoltoso donde realmente es posible apreciar la soledad y la calma de una playa digna de nuestras costas. Además tienes un río y un humedal donde es posible sacar agua dulce.
Caleta Cóndor
Caleta Cóndor pasó a ser uno de mis lugares que más amor me ha logrado entregar. Estuvimos varias noches alojando en la casa de David, el botero, y su familia. Fueron días llenos de calma y, pudimos apreciar la vida de quienes pertenecen a esas tierras. Conocimos a los hijos de David y Maribel (J de 12 y G de 9), con quienes caminamos por todos los alrededores de la caleta (desde pequeños ellos ya conocen sus tierras, saben valorizar su naturaleza y entienden la importancia de su conservación), jugamos cartas, escuchamos música, jugamos voleibol y reímos en bellas tardes de hacer nada pero a la vez hacerlo todo.
Parte importante de viajar es conocer a quienes son dueños de esas tierras de las cuales estamos tan interesados y a pesar de pertenecer al mismo país y hablar el mismo idioma, tenemos completa y absolutamente distintas formas de vida. La única forma de ampliar nuestros conocimientos, ser más tolerantes, y apreciar más nuestra cultura y nuestro planeta es conociendo tanto nuevos lugares como también nuevas personas, aprendiendo de todas las experiencias que recibimos y agradecer de cada momento que podemos sonreír.